Nos vemos!
BABEL Y USTED
Si las palabras no se arrugarán, si
fuera posible ponérselas cada mañana,
como una blusa o una falda, previo
uso del quitamanchas, el cepillo y la plancha.
Si no se pudieran pronunciar ya más
por lo brilladas y rodillonas.
Si, después de un largo viaje, se
botaran como la maleta, tan descosida,
tan llena de letreros y de mugre. Si
no se cansaran, si fuera normal y corriente
someterlas a chequeo médico cada año,
con diagnósticos y exámenes de laboratorio,
vitaminas y reconstituyentes y hasta
menjurjes para la anemia. Si las palabras
hicieran sindicato en defensa
de sus fueros más legítimos y reclamaran
indemnizaciones por abuso de confianza,
a aquellos que las tratan
a aquellos que las tratan
como a violín prestado.
Si algún día hicieran huelga,¿qué opina usted, García?