lunes, 7 de diciembre de 2009
Intentos fallidos I
Un intento más...
Cómo ignorar
Que te vi crecer
Que te vestí de sonrisas
Que tus primeros pasos eran alivios, silencios cómplices
Cómo ignorar
Que sos parte de mí,
Que tus risas inundaban los lugares
Por los que solías pasar corriendo, cuando recién aprendías
Cómo ignorar ahora
Que mi presencia te estorba
Que desearías no tenerme a tu lado
Que mi respiración te molesta
Seguís siendo mi niño
El niñito que cargaba y arrullaba en mis brazos
Que en sueños te decía que todo estaría bien
Que no tendrías por qué temer
Cómo ignorar
Que mis silencios te hastían
Que mi amor te perturba
Que preferís que esté lejos de vos
Mientras en silencio
Recuerdo, los primeros años
Cuando empezabas a sonreír
Cuando veías el mundo
A través de tus ojos grises
De tus manos regordetas
De tu pelo como una maraña interminable
Ahora, en silencio
Te veo partir, lejos de mí
Feliz, feliz
Sin mí
miércoles, 2 de diciembre de 2009
Acerca de la escritura automática
Afuera llueve, ya no hay tiempo, las gotas cada vez son más pesadas, más lejanas, más extrañas... tip, tap, tip, tap, golpean la tierra, golpean las hojas, golpean el cemento, tip, tap, el sonido recurrente, la lluvia que no cesa, el dolor que se incrementa... pasan los días, la lluvia continua penetrando los pequeños espacios que van quedando atrás... sí, pasa el tiempo, y cada año va quedando una vieja partícula atrás, un momento perdido, un recuerdo recurrente, una mirada, un extraño gesto, una propuesta... escribir hasta que los dedos se congelen, hasta que duelan, escribir hasta sangrar, escribir para abrir heridas, para cerrarlas, para cicatrizar momentos dolorosos... escribir para perpetuar el momento sublime, escribir una vez más mientras el reloj sigue corriendo y seguimos el transcurso de la vejez prematura... otra vez el tip tap, otra vez el recuerdo, de nuevo el gesto, la mirada perdida, el dulce re encuentro, las voces del pasado, el momento eterno en innegable... seguimos escribiendo para crear mundos, seguimos escribiendo para destruir otros, para erigir monumentos, para erigir poesías, para transformar paraísos... seguimos escribiendo sin pensar, mientras sigue pasando el tiempo... seguimos aquí, hasta que el cuerpo aguante y el tip tap cese...
jueves, 19 de noviembre de 2009
Pluto
lunes, 16 de noviembre de 2009
Fragmentos
Les dejo uno de los mejores fragmentos de "Alicia en el país de las maravillas" de Lewis Carrol :)
(...)Mientras decía estas palabras, le resbaló un pie, y un segundo más tarde, ¡chap!, estaba hundida hasta el cuello en agua salada. Lo primero que se le ocurrió fue que se había caído de alguna manera en el mar. «Y en este caso podré volver a casa en tren», se dijo para sí. (Alicia había ido a la playa una sola vez en su vida, y había llegado a la conclusión general de que, fuera uno a donde fuera, la costa inglesa estaba siempre llena de casetas de baño, niños jugando con palas en la arena, después una hilera de casas y detrás una estación de ferrocarril.) Sin embargo, pronto comprendió que estaba en el charco de lágrimas que había derramado cuando medía casi tres metros de estatura. "
viernes, 23 de octubre de 2009
domingo, 4 de octubre de 2009
"Deja la vida volar"
Te vas
en busca de palabras
de libertad
en ecos
perdidos de ayer
en pasos recogidos de exilios impuestos
Te vas y tu voz
sigue retumbando en el infinito
como mariposa volátil
como un pájaro libre
Nos enseñaste
con tu voz taciturna
que sí se puede gritar
y se pueden extender alas de libertad
en tiempos de guerra
Allá, con tus zambas
con tus poemas y canciones
los ecos de tus palabras seguirán gritando
hasta un próximo amanecer
cuando al fin podamos ser libres
miércoles, 30 de septiembre de 2009
Reinaldo y el Mar
Ya no tenemos mar,
pero tenemos voz para inventarlo.
no tenemos el mar,
pero tenemos mares que no podremos
olvidar:
el mar encrespado de la cólera
el mar viscoso del destierro,
el fúlgido mar de la soledad,
el mar de la traición y el desamparo.
No tenemos el mar,
pero tenemos mares.
mares repletos de excrementos,
mares de gomas de automóviles
donde empecinadamente deriva un esqueleto
(las falanges aún aferradas a la cámara
y el fragor de la metralla en el oleaje ).
No tenemos el mar,
pero tenemos mares.
mares de inescrupulosos traficantes,
mares de esbirros disfrazados de bañistas
y profesores que comercian con el crimen,
mares de playas convertidas en trincheras,
mares de cuerpos balaceados
que aún retumban en nuestra memoria salpicándola.
No tenemos el mar
pero tenemos náufragos,
tenemos uñas, tenemos dedos cercenados,
alguna oreja y un ojo que el ahíto tiburón no quiso aprovechar.
tenemos uñas,
siempre tendremos uñas
y las aguas hirvientes de las furias,
y esas aguas, las pestilentes, las agresivas aguas,
se alzarán victoriosas con sus victimas
hasta formar un solo mar de horror, un mar unánime
un mar
sin tiempo y sin orillas sobre el abultado vientre del verdugo.
Reinaldo Arenas
(Nueva York, noviembre de 1983)