Sentada al borde del precipicio
Una mariposa risueña me mira
Esbozo una sonrisa y huye
Rato después una mariposa infeliz
cansada, desorbitada posa sus
patas azules sobre las cenizas del viejo cigarrillo
Al caer la noche, se unen
se miran, vuelan por caminos distintos…
Revelan su desnudez en el ocaso
mueren en la noche, con las alas fatigadas y los labios resecos
Así, un día en la vida
de la mariposa que me mira
y ya no sonríe
Alicia Amattí
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