miércoles, 25 de febrero de 2009
El del sol incandescente
Reinaldo araba la tierra
Reinaldo se retorcía con las lombrices
Reinaldo se partía la espalda en dos bajo el sol incadescente de la Isla
Reinaldo, estás muerto y tu fantasma está más vivo que nunca
El recuerdo de lo que fuiste
impregna las paredes de los múltiples infiernos
de tus múltiples espantos
Reinaldo, la Isla se fue tragando tu alma
y el mar devolvía partes de tu vida
Reinaldo, escupiste sangre
te revolcaste en la mierda del emperador
tu voz siempre fue la mejor arma
en contra de un régimen pululante
Reinaldo fuiste entonces auténtico
recorriste los caminos de la libertad tan anhelada
de la libertad que conociste
tiempo después, a través de una ventana en New York
Alicia Amattí
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario