Y la gente corre desprevenida,
Dando pasos agigantados, huyendo de la lluvia.
A una señora se le rompen los zapatos,
Da un manotazo en el aire, llora por la pérdida y sigue caminando.
Pasos más tarde se encuentran unos zapatos rotos, mojados
Tira los viejos y se pone éstos.
Sigue corriendo y se pierde entre la gente que la observa expectante,
Diez mil ojos en diez mil ventanas,
Todos ven la lluvia que amenaza con cortar cabezas,
Todos en silencio ven como una a una caen las gotas
Que destruyen los rascacielos,
Que inundan las calles,
Que acaban con el silencio acostumbrado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario