Revisar las notas de mi diario
es como visitar el cementerio,
darle tres golpecitos a la lápida
y saludar,
como si la otra persona
(o las cenizas, o los huesos o los gusanos)
escucharan y entendieran
Hoy me encontré una tortuga (viva)
en el pasto
quería cruzar la calle
yo se lo impedía con mis pies
Crucé Beverly a toda velocidad
con una tortuga
en mi canasta
Qué absurdo suena todo
Lo escribo otra vez
Crucé dos avenidas y
quince cuadras
en mi bicicleta azul pastel
con una tortuga en
mi canasta de mimbre.
Qué volátil es todo
Cinco minutos después
de no querer despertar
y la tortuga habría acabado
debajo de un carro.
Qué frágil es todo
Qué frágil es escribirle esto
a alguien que ya no lee
a alguien que ya no es más que
huesos, cenizas y gusanos.
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