miércoles, 12 de septiembre de 2007

Lugares ajenos

Lugares ajenos
Ruidosos, sonido involuntario
Miradas encontradas y aquí
Tras el umbral de los recuerdos
Anhelando más que una sombra
El especto de los pasadizos
Lo que callas , ocultas
Persistes en el silencio
Te encuentro ahí, después allá

No me mires así
No puedo responder de mis actos
Un beso furtivo y un encuentro sin planear
Guitarras estridentes, lo que oculto
¿No te das cuenta?
Es algo más que una mirada
Puede ser el vino, quizás
O a lo mejor mi involuntario impulso
De creer que hay algo más
Después del océano
Después de ti a lo mejor

Más que la ausencia
Una cerveza sin acabar
Colillas a medio apagar
Y la luz de la vela
Que no se extingue
Soledad impuesta
Recorrido, viaje, de nuevo
Me buscas, no encuentro
Una razón más
No me pidas que te lo diga
No puedo ahora
Regalarte mis versos
Mis besos sin amor
Una caricia sin sentido

Reproches, culpas
Moral barata
Vuelven las culpas
Y yo, me deshago en llanto
Mientras a lo lejos escucho
La balada de Amelie
Le dispute
Pronuncio con mi francés reforzado
Me dices que no es así
Después improviso algo en cualquier otro idioma
Pero… qué más que mis letras sin sentido
Para un momento que lo carece

Acordeón, recuerdos, sin voz , sin vos
Sin nada de esto, tan distinto
Tan distante
Dormiré ahora
Aunque… aún es temprano
Y el sol empieza a salir
Las hojas a desprenderse de los viejos árboles
Angustiados por el invierno
Que no cesa, que no se va
Ahora una estación más
Un piano recurrente
Y de nuevo las volutas de humo
Como testigos de algo
Que no sé qué es
Ni para qué
¿Lo sabes? Podrías decirlo
Y no quedarte en silencio como sueles hacerlo
¿Acaso no te das cuenta que es un dialogo impersonal?

Creo que es todo
Por ahora
Sin que tu recuerdo remueva sentimientos
Que había olvidado
Y que sólo hasta ahora empiezan a despertar
Pero… como todo, debe ser
Un final, no tan feliz
Una despedida cercana y las viejas heridas que no sanan
No puedo hablarte
Ni lastimarte
A veces no suelo decir por qué
Lo que este corazón desgastado siente
A veces no estoy aquí
Ni allá
Ni en ningún lugar
Tan ajeno, tan ruidoso
Atestado de seres que desconozco
Ocultos tras máscaras de papel
Que en la lluvia se deshacen
Y ya no hay más disfraces
Sólo vos, ahí, en medio del invierno
En la ciudad cubierta de niebla
Con tonos grisáceos, verde azules
Purpúrea violácea

Ritmos, tambores
Nada más que palabras
Sin un comienzo, sin un final
Nada parece tener sentido
Al menos no en este momento
Cuando el sol, se asoma
Y este insomnio que no es gratis
No es libre
O podría quizá emigrar
Como ave de invierno, ave de paso
Efímera, pasajera
En trance constante
Tan inconclusa como mis versos
Si así puedo llamarlos
Tantos recuerdos agolpados
Y esta incapacidad de escribirte
Cómo es posible
Que después de tanto tiempo
Tu recuerdo lata al compás de esta ausencia
Tu ausencia cada vez más recurrente
Te pienso aunque no lo creas
Aunque mi apariencia olvidadiza
No demuestre lo que quisiera

Faltan algunos días
Dos estaciones más
Primavera que va llegando
Cubriendo de nuevo los árboles
Y después, de algunas estaciones más
El verano del re encuentro
De lo que nunca dijimos
Lo que guardaste
Viendo una película quizá
Con un auto estrellado
Y lágrimas que se asoman

Si, así es
Después de tanto tiempo
Mi corazón te llama
Te piensa
Te busca
Pero…
No te encuentra
Así, hasta mañana
Hasta otro día
Cuando tu recuerdo
Se haya desvanecido
Por completo

1 comentario:

Nicolás dijo...

Afortunado el destinatario lejano y más que lejano de esos versos.
Sonrío con melancólica ironía. Cómo cambió todo en seis meses!!! Una noche me reí de tus líneas, con una risa apocalíptica que fue más bien un golpe bajo. Y hoy, tanto tiempo después (diferenciemos lo cuantitativo y lo cualitativo, por favor), encuentro palabras existenciales, conceptos que se salieron del cliché. Hablás de inconclusión, de lo efímero, de la soledad, del silencio y el sentido. Pero sobre todo, hablás de no saber.
Felicitaciones, clásica Chauchat, el viaje no fue porque sí. Nunca es porque sí.
¿Cómo será el desviaje, ahora que?